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Un año más, miles de peregrinos honran a Santa Parascheva en las celebraciones de su fiesta patronal

    • Foto: Oana Nechifor

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      Foto: Tudorel Rusu

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      Foto: Tudorel Rusu

Aproximadamente veinte mil fieles asistieron a la Divina Liturgia. Al mismo tiempo, y formando una fila de varios kilómetros, unos cuarenta mil peregrinos se fueron acercando a venerar las reliquias de la Santa y Piadosa Parascheva, y las de Santa Tecla, Protomártir entre las mujeres e Igual a los Apóstoles.

La Catedral Metropolitana de Iaşi celebró, el pasado sábado 14 de octubre, su fiesta patronal, día en que conmemoramos a la Santa y Piadosa Parascheva (conocida también como Santa Paraskevi). La Divina Liturgia fue oficiada desde un entarimado especialmente emplazado en el Bulevar de San Esteban el Grande, participando de ella Su Alta Eminencia Nicolás, Metropolitano de Hama (Siria), junto a Su Alta Eminencia Teófano, Metropolitano de Moldova y Bucovina, además de otros dieciocho jerarcas provenientes de distintas partes de Rumanía y otros países.

Aproximadamente veinte mil fieles asistieron a la Divina Liturgia. Al mismo tiempo y formando una fila de varios kilómetros, unos cuarenta mil peregrinos se fueron acercando a venerar las reliquias de la Santa y Piadosa Parascheva, y las de Santa Tecla, Protomártir entre las mujeres e Igual a los Apóstoles.

Después de la lectura del Evangelio, Su Eminencia Varlám (Ploieșteanul), Obispo vicario del Patriarcado de Rumanía, leyó el mensaje enviado por Su Beatitud Daniel, Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rumana, con el título de “La vida de los santos es una luz para nuestra vida”. “La peregrinación de miles de fieles a la fiesta de la Santa y Piadosa Parascheva de Iaşi, al igual que las conmemoraciones de otros santos, nos demuestra la magnitud de la obra misionera de los santos, quienes, con su ejemplo de vida y sus plegarias, nos acercan más a Dios y nos congregan en la oración. (...) La presencia, en estos días festivos, de las reliquias de la Santa Mártir Tecla, junto a las de la Santa y Piadosa Parascheva, nos exhorta a pedir el auxilio de los santos de Dios, para unir la libertad con la responsabilidad, así como para cultivar en la vida de los niños y de los jóvenes el espíritu de la humildad cristiana, de la comunión fraterna, de la amistad, del amor a Dios y del amor a la Iglesia, para que también ellos se conviertan, en su momento, en testigos de Cristo, a través de la oración y las obras del amor caritativo o generoso”, mencionó Su Beatitud en la pastoral leída.

En otro momento de la Divina Liturgia, Su Alta Eminencia Nicolás, Metropolitano de Hama, pronunció una breve alocución. “Vivimos unos tiempos difíciles, en los que se ha propagado el pecado, el desenfreno y el alejamiento de Dios. Pero nuestra esperanza es que Él es misericordioso y nos recibe en cualquier momento. Y nos alegra saber que los miembros de la Iglesia son la levadura de este mundo, como dijo el Señor, porque (los cristianos) son precisamente quienes irradian la paz, el amor y la misericordia que hay en el mundo. Yo vengo de parte de la Iglesia Ortodoxa de Antioquía, que a lo largo de la historia ha tenido una vida de testimonio y martirio, luchando y resistiendo para el Señor, al igual que hoy, cuando enfrentamos los rigores de la guerra”, recordó Su Alta Eminencia.

Al finalizar la Divina Liturgia, Su Alta Eminencia Teófano, Metropolitano de Moldova y Bucovina, agradeció a quienes contribuyeron a la organización de la fiesta patronal de Santa Parascheva en este año, así como a los miles de peregrinos que, con su presencia, vinieron a embellecer estas celebraciones: “Un agradecimeitno muy especial para Ustedes, queridos peregrinos, que año tras año hacen el esfuerzo de venir a Iași para un breve, pero enaltecedor y enriquecedor momento, cuando logran acercarse a las reliquias de la Santa y venerarlas. Y sólo para esto, para ese efímero instante, muchos de Ustedes recorren miles de kilómetros, agradeciéndole a Dios por este inmenso don, que es también una bendición tanto para Iași, (la región) Moldova y Rumanía, como para el mundo entero. ¡Muchísimas gracias! ¡Que Dios les llene con Su Gracia y les conceda la paz en sus familias! ¡Que las bendiciones del Cielo se derramen sobre Ustedes! ¡Les agradecemos con toda el alma, por todo!”.



 

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