¿Quieres cerrar todos los caminos por donde podría entrar la muerte que viene del pecado? Huye del desenfreno, el cual ensucia tanto el alma como el cuerpo, apártate de la ira, que oscurece los ojos del corazón, y aléjate del amor a los bienes y el dinero, porque es una forma de idolatría. Finalmente, renuncia a toda forma de orgullo, porque este puede hacernos caer del mismo Cielo.

(Traducido de: Patericul Lavrei Sfântului Sava, Editura Egumenița, 2010, p. 40)