Palabras de espiritualidad

Con el amor siembras la semilla de la virtud en tu semejante

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Cuando amas a alguien, no sólo estás practicando una simple buena acción, sino que también le ayudas a ser mejor, sembrando la semilla de la virtud en él.

Dice San Isaac el Sirio: “Esfuérzate en recibir a tu semejante con un amor más fuerte que el merecido. Elógialo incluso por los méritos que no tiene... Así estarás sembrando la semilla de la virtud en él. Además, lo estarás forzando a hacerse bueno y aunque tenga algunas debilidades, sanará, avergonzándose ante el honor que le ofreces” (Prédica 5).

Cuando amas a alguien, no sólo estás practicando una simple buena acción, sino que también le ayudas a ser mejor, sembrando la semilla de la virtud en él. Pero lo más importante es que esa transformación que mi amor provoca en mi semejante, regresa a mí, cambiándome también. La sola presencia de quien amamos, dice San Juan Climaco, nos transforma visiblemente, llenándonos de luz y alegría, alejando toda tristeza. ¿Qué no puede hacer, entonces, el rostro del Señor, cuando viene misteriosamente al alma pura? (Escalera 30,10).

(Traducido de: Ieromonah Petroniu Tănase, Chemarea Sfintei Ortodoxii, Editura Bizantină, București, 2006, p. 83)