Palabras de espiritualidad

Consejo para una joven de nuestros tiempos

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

No me equivoco al afirmar que, en nuestros días, los jóvenes no saben lo que es la amistad, el noviazgo. El noviazgo no llega a madurar, porque todo se reduce a la intimidad, y después no queda nada, ni siquiera amor.

¿Cuántas veces te he dicho lo que debes hacer, y tú sigues sin entenderlo? No, hija, tú sabes cómo proceder, tanto a partir de nuestros consejos como de tu propia experiencia, pero tu corazón no te deja actuar. Quieres libertad para distraerte, para “ser como los demás”. Pero, en nuestros días, “ser como los demás” significa seguir el espíritu del mundo, no Aquel que proviene de Dios. “Ser como los demás” podría provocarte un terrible perjuicio e infelicidad.

Hablemos de tus problemas sentimentales. ¿Es difícil renunciar a la tentación, cuando apenas comienza a aparecer? Pero tú dejas que tus sentidos se adentren en el pecado, cosa que más tarde te provoca sólo lágrimas y frustración. No me equivoco al afirmar que, en nuestros días, los jóvenes no saben lo que es la amistad, el noviazgo. El noviazgo no llega a madurar, porque todo se reduce a la intimidad, y después no queda nada, ni siquiera amor.

¿Qué sigue? El infierno de las perversiones, de una vida destruida. ¡Si al menos este infierno afectara solo una vida...! Pero muchas veces el futuro de las jovencitas se asienta sobre los despojos de sus propios hijitos (abortados). Esto es todo lo que quería decirte.

El Señor no se equivoca, y si sabes serle fiel, te recompensa con la felicidad de vivir con el alma limpia y la conciencia tranquila. Tú eliges. Porque, al final, cada quien elige qué hacer.

(Traducido de: Arhimandritul Ioan Krestiankin, Povăţuiri pe drumul Crucii, Editura de Suflet, Bucureşti, 2013, pp. 170-171)