Palabras de espiritualidad

¿Cuál es la razón de cumplir con los mandamientos de Dios?

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

El hombre, en su necedad, obedece lo que el demonio le dice, y persevera en su convivencia con el pecado, llevando una vida cristiana completamente insulsa.

A medida que el hombre cumple con los divinos mandamientos, la fuerza divina que hay en él se hace más evidente; con cualquier acción virtuosa que realiza, más visible se vuelve la imagen divina de su interior, asemejándose cada vez más a Dios, haciéndose hijo Suyo y heredero de la vida eterna. Dios no obliga al hombre y tampoco le ordena que le ame, pero, con su amor-cumplimento de los mandamientos, el hombre deviene en heredero de la vida que no tiene fin. Y, ya que Dios preparó Su Reino para el hombre desde la fundación del mundo, deseoso de que todos lo obtengamos, dispone: “¡Sed perfectos!”, “¡Sed santos!”, “¡Sed misericordiosos como vuestro Padre Celestial, para poder estar eternamente con Él!”. Entonces, el cumplimiento de los mandamientos no es una obligación para con Dios, como ocurre con los mandatos humanos, sino que se trata de un deber hacia nosotros mismos, porque constituye el interés esencial de nuestra propia vida.

Con todo, hay quienes no entienden esto y ven en los mandamientos-amor de Dios una carga muy pesada, algo que otros deberían realizar, y concluyen que es posible llevar una vida de pecado, completamente ajena a Dios, y a la vez gozar de las bondades que nos ofrece la vida con el Señor. “No te apresures a arrepentirte”, les susurra el maligno, “¡aún te queda suficiente tiempo de vida! ¿O se te ha olvidado que Dios es muy paciente e indulgente?”, Y el hombre, en su necedad, obedece lo que el demonio le dice, y persevera en su convivencia con el pecado, llevando una vida cristiana completamente insulsa, consolándose con la engañosa idea de que Dios le perdonará, por Su inmensa misericordia, tal como perdonó al hijo pródigo, a la mujer adúltera y al ladrón.

(Traducido de: Protosinghelul Petroniu TănaseUșile pocăinței. Meditații duhovnicești la vremea Triodului, Editura Mitropoliei Moldovei și Bucovinei, Iași, 1994, pp. 24-25)