Palabras de espiritualidad

El compromiso: teología del texto litúrgico

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

La entrega recíproca de los anillos es una declaración de fidelidad para toda la vida.

El compromiso comienza con la pequeña bendición, símbolizando que la unión de los jóvenes se hace en el nombre y con el poder de Dios. Del contenido de la Gran Letanía se observa que el vínculo conyugal es bendecido con las oraciones de la Iglesia. Por medio de las dos oraciones de bendición de los esponsales, que se leen después de la Letanía, se pide la gracia de Dios y se nos muestra el modelo de unión espiritual entre los esposos, que es la mismísima unión de Cristo con Su Iglesia.

A continuación, se realiza el rito de la bendición y colocación de los anillos, acto central de la ceremonia del Compromiso, que simboliza el amor y la fidelidad eterna. Por su parte, la entrega recíproca de los anillos es una declaración de fidelidad para toda la vida. El sacerdote hace la Señal de la Cruz sobre la frente del novio, diciendo: “Se compromete el siervo de Dios (N), con la sierva de Dios (N)...”. Lo mismo hace con la novia, llamándola por su nombre, para demostrar tanto la igualdad personal y la libertad de cada uno de ellos en la celebración de este acto, como el hecho que desde ahora quedan unidos para toda la vida, en el nombre de la Santísima Trinidad. El gesto de persignar la frente de los novios con los anillos retoma el significado del poder espiritual de la Cruz, precisamente para fortalecer la unidad espiritual entre los nuevos cónyuges. Y la colocación e intercambio de los anillos, por parte de los padrinos, nos muestra que el enlace tiene lugar con el consentimiento de los padres y familiares.

El sentido del intercambio de anillos es explicado en la última oración de la ceremonia, en la cual el anillo es resaltado como símbiolo de la promesa hecha por Dios al hombre y del compromiso del hombre con Dios, Quien eligió a Su Iglesia entre pueblos y se comprometió con Ella, pura doncella, así como el novio elige a la novia.

Este es el sentido mismo del compromiso cristiano: la unificación de los dos en la fe, en el entendimiento, en la verdad y en el amor, en y por Cristo. El acto de la bendición del compromiso es acompañado también de un don divino, pedido en la oración: “Sea que el ángel del Señor los preceda en todos los días de su vida”, así como ha protegido y conducido a todos Sus elegidos, generación tras generacíón. 

(Traducido de: Pr. Dr. Vasile Gavrilă, Cununia – viață întru Împărăție, Editura Fundația Tradiția Românească, București, 2004, pp. 53-57)

 

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