Palabras de espiritualidad

El fuego de la Gracia y nuestra obediencia al Señor

    • Foto: Lucian Filip

      Foto: Lucian Filip

Mientras más se someta el cristiano a los mandamientos de Dios, más obrará la Gracia en su interior. Y, por el contrario, mientras menos los obedezca, menos obrará la Gracia en él.

La Gracia del Espíritu Santo, que es otorgada místicamente a cada cristiano al ser bautizado, obra y se manifiesta en la medida de nuestra obediencia a los mandamientos del Señor. En otras palabras, mientras más se someta el cristiano a los mandamientos de Dios, más obrará la Gracia en su interior. Y, por el contrario, mientras menos los obedezca, menos obrará la Gracia en él.

De la misma forma en que una brasa, cuando es limpiada de la ceniza que la cubría, aún puede dar fuego, y mientras más leños ponemos en éste, más se enciende la llama, también la Gracia otorgada con el Bautismo se mantiene oculta en el corazón, bajo una gruesa capa de pasiones y pecados; pero, cuando el hombre actúa de acuerdo a los mandamientos de Cristo, más se purifica de esas pasiones y más se enciende el fuego divino en su corazón, iluminándolo y deificándolo.

(Traducido de: Constantin Cavarnos, Sfântul Nicodim Aghioritul, Editura Doxologia, 2011, p. 98)