Palabras de espiritualidad

El matrimonio más feliz del mundo es ése en el que los esposos se aman y se respetan

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

No hay nada mejor, en el matrimonio, que el trabajo conjunto entre esposos, de esta manera: respeto por parte de la esposa, amor por parte del esposo. Desde luego, la mujer que respeta a su esposo, es que lo ama también. Lo respeta como a su cabeza y lo ama como a uno de sus miembros, ya que la cabeza es, igualmente, un miembro. Así pues, esta es la forma en que Dios dispuso que la mujer se someta a su marido, para que exista paz y comprensión entre ellos.

En cuanto a ustedes, cada uno ame a su esposa como a sí mismo, y la mujer, a su vez, respete a su marido.” (Efesios 5, 33). Aquí no se nos muestra sólo el amor, sino también el respeto. (...) No hay nada mejor, en el matrimonio, que el trabajo conjunto entre esposos, de esta manera: respeto por parte de la esposa, amor por parte del esposo. Desde luego, si la mujer respeta a su esposo es que lo ama también. Lo respeta como a su cabeza y lo ama como a uno de sus miembros, ya que la cabeza es, igualmente, un miembro. Así pues, esta es la forma en que Dios dispuso que la mujer se someta a su marido, para que exista paz y comprensión entre ellos.

Porque no existe la paz allí en donde hay más de un señor. Uno sólo debe ser el señor. Esto es algo que se observa en todas partes. De todas formas, en donde hay personas espirituales, hay paz también. Por ejemplo, los primeros cristianos de Jerusalén eran unos cinco mil, pero tenían un corazón y un alma. Y ninguno de ellos consideraba que sus bienes eran sólo suyos, sino también de los demás. Esto demuestra sabiduría y respeto a Dios.

(Traducido de: Sfântul Ioan Gură de AurProblemele vieţii, Editura Egumeniţa, pp. 111-112)