Palabras de espiritualidad

El milagro obrado con un anciano asceta, gracias a su oración

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

El anciano se apartó un poco a lo solitario y se puso a orar, hasta alcanzar un profundo estado de contemplación divina. Cuando llevaba ya algunas horas en ese estado de oración, vio que a lo lejos venía alguien…

En el temible valle de Sidid (Monte Sinaí), vivía un hombre santo y, con él, su único discípulo. Una vez, después de enviar al muchacho a la ciudad de Rait y habiendo pasado tres días sin que este volviera, el anciano se apartó un poco a lo solitario y se puso a orar, hasta alcanzar un profundo estado de contemplación divina. Cuando llevaba ya algunas horas en ese estado de oración, vio que a lo lejos venía alguien, pero, sin poder reconocer a su discípulo, creyó que se trataba de un musulmán, e inmediatamente se transformó en una palmera datilera, para esconderse del forastero. Al cabo de un rato, cuando el discípulo llegó al lugar donde estaba el anciano convertido en planta, exclamó con admiración: “¡¿Pero de dónde salió esta palmera?!”, mientras le daba unos golpecitos con la mano. Y después siguió su camino, dirigiéndose a la celda que compartía con el anciano.

Pero, ayudado por una fuerza divina, el anciano fue llevado directamente a su celda, de manera que, cuando su discípulo llegó y abrió la puerta, encontró a su mentor de rodillas, orando, como si nada extraordinario hubiera pasado. Al día siguiente, el anciano le dijo al joven monje: “Hermano, hay algo que quiero preguntarte. ¿Qué te he hecho yo, para que me golpees con la mano, así como lo hiciste ayer?”. En un primer momento, el muchacho no entendió a qué se refería el anciano con esas palabras, por eso, se arrojó de rodillas frente a él y le pidió que le explicara lo que había hecho mal. Entonces, el anciano le contó cómo se había transformado en aquella palmera, después haber alcanzado un excelso estado de contemplación divina por medio de la oración.

(Traducido de: Sfântul Anastasie Sinaitul, Povestiri duhovniceşti, traducere din limba greacă veche de Laura Enache, Editura Doxologia, 2016, pp. 76-77)