Palabras de espiritualidad

El objetivo último de todo afán debe ser el Reino de los Cielos

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

El Nombre de Dios debe santificar todos los actos del hombre, mismos que deben ser solamente el reflejo de la voluntad divina.

Todo trabajo espiritual debe fundamentarse en el amor a Dios y al semejante, debe alimentarse sólo del amor y dejarse conducir por él. El objetivo último de todo afán debe ser el Reino de los Cielos, así como nos lo enseñó nuestro Señor Jesucristo, al decir: “busquen primero el Reino de Dios y Su justicia” (Mateo 6,33). El Nombre de Dios debe santificar todos los actos del hombre, mismos que no deben ser sino el reflejo de la voluntad divina. Este es el actuar natural del alma, el objetivo de la existencia en la búsqueda de la verdad. Hasta los mismos paganos reconocían este objetivo del trabajo espiritual, como lo demuestra Platón, con las palabras: “el único propósito de la vida del hombre debe ser alcanzar la verdad". Así pues, esta es una idea inherente a la humanidad.

(Traducido de: Părintele Mitrofan, Viața repausaților noștri și viața noastră după moarte, Editura Credința strămoșească, Petru Vodă – Neamț, 2010, p. 335)