Palabras de espiritualidad

¿Estamos atentos a lo que se anida en nuestro corazón?

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

¿No es verdad que todos odiamos las serpientes, y que las evitamos? Entonces, ¿cómo podríamos amar las serpientes que se anidan en nuestro corazón?

¿No es verdad que todos odiamos las serpientes, y que las evitamos? Entonces, ¿cómo podríamos amar las serpientes que se anidan en nuestro corazón? No, nuestro deber es odiarlas, nuestro deber es odiar nuestra alma, si se hace un nido de serpientes. Hay muy pocas cosas en nuestro interior que merecen amor. En cada pecador hay muchísimas cosas que merecen ser odiadas. Es un odio que debe encenderse. Si sobre nuestros hombros aparecieran unos harapos sucios y pestilentes, ¿no es cierto que nos los quitaríamos, los arrojaríamos y los pisaríamos? Y si el pecador dirige la mirada a su alma, verá que la vestimenta de esta se asemeja a unos harapos malolientes. Y le provocarán asco, náusea, y las odiará, odiará su propia alma, vestida de forma tan repugnante.

(Traducido de: Sfântul Luca al Crimeei, La portile Postului Mare. Predici la Triod, Editura Sophia)