Palabras de espiritualidad

¡Estemos atentos a las argucias del maligno!

    • Foto: Doxologia

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Translation and adaptation:

Los Santos Padres del Paterikón, grandes ascetas que vivían alimentándose solamente de raíces en el desierto, solían enfrentarse a los demonios.

El demonio es también una fuerza engañosa. A veces se presenta con la aparencia de Cristo y brilla como el sol. O viene con el aspecto de la Madre del Señor, los ángeles, los santos, etc. ¡Hay que estar siempre atentos a sus argucias!.

Los Santos Padres del Paterikón, grandes ascetas que vivían alimentándose solamente de raíces en el desierto, solían enfrentarse a los demonios.

A uno de ellos se le apareció el demonio con la apariencia de Cristo, mientras trabajaba haciendo canastos de mimbre. La aparición brillaba como el sol, y el anciano tuvo que cerrar los ojos ante tanto resplandor. Y el demonio dijo:

¡Mírame, anciano!

Pero ¿quién eres tú?

¿Acaso no ves que soy “Cristo”?

Y el anciano apretó con más fuerza los ojos:

Yo soy sólo un pecador... no soy digno de ver a Cristo.

¡Maldito viejo, me has reconocido!

Y la visión se desvaneció, al ser reconocido el maligno por el monje.

(Traducido de: Ne vorbește Părintele Cleopa - 3, Ed. Mănăstirea Sihăstria, 2004, p. 22)