Palabras de espiritualidad

Guardar silencio es mejor que pecar con la lengua

    • Foto: Crina Zamfirescu

      Foto: Crina Zamfirescu

Si no podemos permanecer imperturbables, al menos refrenemos nuestra lengua.

Un exemplo de falta de maldad lo podemos encontrar en la vida de San Gregorio el Taumaturgo: una mujer de vida licenciosa le exigió en público que le pagara, sugiriendo que el santo había pecado con ella. Pero este, en vez de enfadarse, le rogó a un amigo suyo que le diera a la mujer lo que pedía. Una vez tomó el dinero, la pobre mujer cayó poseída por un demonio. Entonces, el santo empezó a orar por ella, hasta que el espíritu inmundo la dejó en paz.

Si no podemos permanecer imperturbables, al menos refrenemos nuestra lengua, como dice el salmista: “estaba aturdido, y no he hablado” (Salmos 76, 4).

(Traducido de: Un serafim printre oameni – Sfântul Serafim de Sarov, traducere de Cristian Spătărelu, Editura Egumenița, 2005, p. 327)