Palabras de espiritualidad

¡Hagamos de nuestra vida un sendero simple y llano, sin tantas complicaciones!

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Por eso es que nosotros no tenemos tiempo para Dios, porque nos complicamos la existencia… necesitamos demasiadas cosas, nos gusta el lujo, deseamos cosas que, de hecho, no tienen relación con la vida espiritual. 

Hace unos treinta años, a nuestro monasterio fue enviado un sacerdote para que cumpliera con un determinado canon de disciplina. Entonces, como en mi celda había espacio suficiente, lo acomodaron ahí por un tiempo, mientras terminaba de cumplir con su penitencia. Además, estábamos en pleno invierno y en mi celda había una cama vacía. Era una buena persona y me ayudaba mucho. Pero, cuando yo le recitaba algo del Paterikón, me decía: “Padre, puede que en el Paterikón esté escrito eso, pero esas son cosas como para usted, que es monje”. ¡Pero no es así! Si bien es cierto que allí hay cosas que son específicas para quienes vivimos en el monacato, en realidad, también hay muchísimas más que pueden ser aplicadas en todos los niveles de la vida religiosa.

El Paterikón está orientado, en gran medida, a la simplificación de nuestra vida. Por eso es que nosotros no tenemos tiempo para Dios, porque nos complicamos la existencia… necesitamos demasiadas cosas, nos gusta el lujo, deseamos cosas que, de hecho, no tienen relación con la vida espiritual. Todo es bueno, con medida, a su tiempo y en su debido lugar, pero si pierdes el tiempo que tendrías que dedicarle a Dios, en vez de cumplir con tus responsabilidades, ¡entonces no estás obrando correctamente!

(Traducido de: Arhimandritul Teofil Părăian, Veniți de luați bucurie, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2001, pp. 93-94)

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