Palabras de espiritualidad

Hay una mente “carnal”, y también una mente “espiritual”

    • Foto: Doxologia

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Esto es lo que sucede con el alma que se ha purificado de sus pasiones y ha recibido alas espirituales: se eleva al Cielo con un fuerte impulso, atraída por el aire divino, en tanto que la mente animal, salvaje y material, no puede concebir una razón más excelsa y ordenada.

Una razón se diferencia de otra razón, así como hay hombres más correctos que otros. A mí me parece que todas las realidades visibles se oponen y son ajenas a las realidades racionales. Y, en verdad, hay mentes que se elevan y corren hasta el Cielo, avanzando por la senda de los pensamientos puros, logrando, así, adentrarse en los caminos preparados para los santos. Y hay mentes que marchan arrastrándose en la tierra y revolcándose en los cenagosos extravíos de los apetitos carnales. Hay una mente carnal, pero también una mente espiritual. Entonces, la razón espiritual es muy diferente a la razón carnal.

Lo mismo ocurre con los seres vivos. Los que tienen alas se alzan con facilidad, alcanzando lo etéreo y atravesándolo con un suave vuelo, eso sí, con la constante ayuda del aire mismo, porque, cuando aletean, atraen hacia sí una corriente que los sostiene y los acompaña. Pero si les faltaran las alas y fuera la tierra lo que los sostiene, aunque quisieran alzar el vuelo, no lo lograrían. Esto es lo que sucede con el alma que se ha purificado de sus pasiones y ha recibido alas espirituales: se eleva al Cielo con un fuerte impulso, atraída por el aire divino, en tanto que la mente animal, salvaje y material, no puede concebir una razón más excelsa y ordenada.

(Traducido de: Sfântul Macarie Egipteanul21 de cuvântări despre mântuire, Cuvântarea 3Editura Anastasia, București, 2001)