Palabras de espiritualidad

La contrición es algo que no puede esperar

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

No viajamos de día, bajo la diáfana luz del sol, sino de noche, bajo el pálido reflejo de la luna y las estrellas. Pero contamos con la guía de la Santa Escritura y los textos de los Santos Padres.

Cuando los hombres quieren obtener por sus propios medios aquello que solamente Dios puede darles, tarde o temprano se dan cuenta de que su esfuerzo es inútil. Se asemejan, así, al constructor del cual nos habla el Evangelio, que empezó a edificar sin tener los medios suficientes para finalizar su obra. Todo lo que es pasajero, es decir, los demonios y las pasiones, se burlan de ellos, porque por afuera parece que han practicado la virtud, cuando, de hecho, están inmersos en un amargo engaño, en la ceguera y el fraude contra sí mismos; sometidos a sus pasiones, no hacen sino cumplir diligentemente la voluntad del maligno. Ha habido muchos que, creyendo practicar la virtud de la obediencia, de hecho, no hacían más que satisfacer sus propios deseos, impulsados por el pecado mismo. ¡Bienaventurado aquel que, en su vejez, consiga derramar tan solo una lágrima de contrición por las faltas cometidas cuando era joven! Acordémonos de las palabras del Señor: “si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el foso” (Mateo 15, 14).

Actualmente, todos tenemos que hacer frente a otra clase de sacrificio, entre un sinnúmero de obstáculos y tribulaciones. No viajamos de día, bajo la diáfana luz del sol, sino de noche, bajo el pálido reflejo de la luna y las estrellas. Pero contamos con la guía de la Santa Escritura y los textos de los Santos Padres. Los mismos Padres lo dicen. Asimismo, es importante buscar el consejo de aquellos que se dejan conducir por la sabiduría patrística. No pensemos que este camino está libre de infortunios, pero tampoco nos olvidemos de las coronas que nos esperan al final. Estamos hablando de un sacrificio comparable con el martirio.

(Traducido de: Sfântul Ignatie BriancianinovDe la întristarea inimii la mângâierea lui Dumnezeu, Editura Sophia, 2012, pp. 175-176)