Palabras de espiritualidad

La inmortalidad con la que fue creada nuestra alma

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

La maravillosa providencia de Dios nos demuestra que el hombre fue creado para la inmortalidad, para la eternidad.

Los hombres que hay en sobre la faz de la tierra están vivos o están muertos. Pero ¿qué es un muerto? No es un hombre completo, sino una parte de él, un cuerpo. Y ese cuerpo es sepultado en la tierra, como una semilla que se siembra, como un tesoro que se entierra durante un tiempo determinado. Sin embargo, la parte más importante del hombre, es decir, la imagen de su Creador, es el alma, y está viva. Al morir el cuerpo, el alma parte hacia un nuevo mundo, en donde habrá de residir. Cristo nos da testimonio de esta verdad, al decir: «Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”, dice el Señor. Él no es un Dios de muertos, sino de vivos»” (Mateo 22, 32), porque todos estamos vivos ante Dios, incluso después de morir.

La maravillosa providencia de Dios nos demuestra que el hombre fue creado para la inmortalidad, para la eternidad. Nuestra vida en este mundo no es sino el comienzo de la vida eterna, una segura preparación para esa vida.

(Traducido de: Părintele MitrofanViața repausaților noștri și viața noastră după moarte, Editura Credința strămoșească, Petru Vodă – Neamț, 2010, pp. 251-252)