Palabras de espiritualidad

La justa medida o el camino real

    • Foto: Ioana Stoian

      Foto: Ioana Stoian

Translation and adaptation:

Aléjate siempre de aquello que exagere o menoscabe la virtud, y busca siempre el camino del medio, para poder hacer todo en su debido momento y en la justa medida.

Aléjate siempre de aquello que exagere o menoscabe la virtud, y busca siempre el camino del medio, para poder hacer todo en su debido momento y en la justa medida.

He aquí una muestra de exageración: el ayuno y las vigilias interminables, la desnudez, las cadenas y todas esas otras cosas que algunos practican, sobrepasando sus propias fuerzas. Y el camimo del medio es el de comer cada día —sin llegar a la saciedad—, dormir lo necesario y esforzarte de acuerdo a las disposiciones de la Iglesia y de la vida monástica. Recuerda que los mismos Padres dijeron: “Lo que es desmesurado proviene del demonio”. Aunque algunos de los grandes ascetas, debido a su inmensa fe en Dios y su poderoso amor por Él, lograron, con la ayuda de Su Gracia, asumir esfuerzos colosales, los Santos Padres no reconocen tal ahinco como norma o mandato, para evitar que cualquiera se arrogue el peso de semejante sacrificio, sabiendo que no está exento de riesgos y posibles perjuicios.

Sin embargo, hay algo “exagerado” que Dios sí ama: nuestro amor por nuestros enemigos, el bien que hacemos a quienes nos ofenden y las bendiciones que deseamos a quienes nos maldicen y murmuran en contra nuestra. Además, cuando amamos a los demás más que a nosotros mismos —tal como Cristo nos amó—, cuando nos alegramos con los que se alegran, cuando lloramos con los que lloran, cuando le agradecemos por todo, cuando oramos sin cesar, cuando lo amamos a Él con todo nuestro corazón y toda nuestra alma.

(Traducido de: Sfântul Ierarh Teofan Zăvorâtul, Patericul Lavrei Sfântului Sava, Editura Egumenița, 2010, p.95-96)