Palabras de espiritualidad

La mansedumbre, entre la ira y el amor

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Que la mansedumbre no te lleve al acobardamiento y que el amor tampoco te lleve a la dejadez”.

Dicen los Santos Padres que la mansedumbre se sitúa entre la ira y el amor. Y agregan: “Que la mansedumbre no te lleve al acobardamiento y que el amor tampoco te lleve a la dejadez”. Luego, debemos utilizar con cuidado la mansedumbre, que está siempre en el medio entre la ira y el amor. No debemos ser tan mansos, que otros se aprovechen de nuestro amor para insultar el Evangelio y el Nombre de Dios ante nosotros, ni tan severos e inflexibles, que caigamos en la ira y en la venganza contra nuestro semejante. Sobre la humildad, los Santos Padres dicen que es el atuendo de Cristo, porque Él asumió un cuerpo humano con tal de llevarnos a la salvación. Cristo recibió en su cuerpo las inocuas debilidades de nuestra naturaleza, como el hambre, la sed, el dolor y el cansancio. Pero las debilidades del pecado, esas no las recibió.

(Traducido de: Ne vorbeşte Părintele Cleopa, vol 5, Editura Episcopiei Romanului, p. 64)