Palabras de espiritualidad

La tentación es más fuerte para quienes se dejan dominar por la bebida

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

¡Estén atentos a ustedes mismos, para no recargar sus corazones con comidas y bebidas!

En el Santo Evangelio dice el Señor, “¡Estén atentos a ustedes mismos, para no recargar sus corazones con comidas y bebidas!” (Lucas 21, 34).

Debemos recordar esto, porque usualmente todo pecador puede ocultar su falta. Así, el envidioso esconde su envidia, el astuto sus artimañas, el orgulloso su vanidad, el difamador también lo hace con sus intenciones... pero el ebrio muestra su iniquidad cada vez que cae en ella. Por eso es que la tentación es más fuerte por medio de esos que se dejan dominar por la bebida. Sobre todo, en este país, en donde los que no creen (es decir, los paganos) no suelen gustar del vino y los licores, mientras que los cristianos, al embriagarse, los inducen a pecar. Porque viendo cómo se embriagan los cristianos, los paganos caen en la trampa e insultan la fe en nuestro Señor Jesucristo.

Entonces, los paganos dicen, “¡Si así es la vida de los cristianos, igual ha de ser su fe!”. Y esto es una completa blasfemia en contra de la santa verdad que comprende nuestra fe. En esto se hacen ciertas las palabras del Apóstol, que resuenan en la Carta a los Romanos: “¡Porque el nombre de Dios, por culpa de ustedes, es insultado por generaciones!”.

(Traducido de: Sfântul Ioan Iacob de la Neamț - HozevitulPentru cei cu sufletul nevoiaș ca mine... Opere complete, Editura Doxologia, Iași, 2010, p. 367)

 

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