Palabras de espiritualidad

La urgencia del arrepentimiento

    • Foto: Silviu Cluci

      Foto: Silviu Cluci

Hermano, el arrepentimiento es un acto en el que el hombre se subleva en contra de su propio “yo”.

Propongo la contrición para todos, para ti y para mí. Que el arrepentimiento sea nuestra principal preocupación en los últimos momentos de nuestra vida, antes de morir. Sea que muramos mañana, pasado mañana, en diez o cincuenta años, que nuestra contrición sea una urgencia, lo más importante, porque todos nuestros días en este mundo son un momento previo a morir. Por eso fue que los profetas y maestros de la fe y la bondad, incansablemente llamaban al arrepentimiento a toda la humanidad, indiferentemente de su edad y origen. Ellos exhortaron a jóvenes y ancianos, enfermos y sanos, fuertes y débiles. Lee las vidas de los santos y de los grandes Padres de la Iglesia y encontrarás que, antes de entrar al camino de la santidad, se arrepintieron. Sin arrepentimiento no hay cristianismo.

Hermano, el arrepentimiento es un acto en el que el hombre se subleva en contra de su propio “yo”. El hombre solo, por su propia iniciativa, inicia esta revolución cuando observa que el maligno ha hecho un nido en su interior. Mientras siga creyendo que sus adversarios están afuera, no se alzará en contra de su propio “yo”. Si, al contrario, en determinado momento abre los ojos y nota que los “bandidos” y “malhechores” han entrado ya en su casa, olvidará a quienes le atacan desde el exterior y concentrará todas sus fuerzas para expulsar a esos que, sin haber sido invitados, han penetrado y se han instalado en su habitación.

(Traducido de: Sfântul Nicolae Velimirovici, Omilii despre pocăință, dragoste și optimism, Traducere din limba greacă de prezbitera Iuliana și pr. Iulian Eni, Editura Doxologia, Iași, 2016, pp. 35-36, 45)