Palabras de espiritualidad

No importa cuán pecador seas...

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

El te quitará la carga de tus pecados y te hará libre. ¿Cómo? Exactamente como perdonó los pecados del paralítico...

“Pidan y se les dará”, “Vengan a Mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y Yo les daré descanso”. Con estas palabras llama Cristo a quienes se encuentran bajo el dominio del pecado. Y agrega, en el Apocalipsis: “Que vengan los sedientos... Yo les daré a beber de la fuente de la vida. Corran todos los que tienen sed, dice el Señor, al manantial eterno y dador de vida.

No importa cuán pecador seas, no importa si has matado o si has caído en adulterio... Él te recibe. El te quitará la carga de tus pecados y te hará libre. ¿Cómo? Exactamente como perdonó los pecados del paralítico, diciéndole: “Hijo, tus pecados te han sido perdonados. E inmediatamente le quitó esa carga y lo sanó. Corre, pues, al encuentro de Cristo, pidiéndole con fuerza, perseverancia y constancia, así como lo hiciera aquel ciego de Jericó: “¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!”. Y Aquel, como entonces, te preguntará: “¿Qué quieres que haga por ti?”. Y tú, ciego del alma, dirás: “¡Señor, que se abran mis ojos!”. Y Cristo, viendo la fe, la contrición y el fervor de tu oración, se apiadará de ti y te sanará, otorgándole a tu alma la luz que le faltaba. Sin embargo, si no oramos con dolor, con todas las fuerzas de nuestra alma y con arrepentimiento sincero, Cristo no nos escuchará, no nos perdonará, no nos iluminará.

(Traducido de: Sfântul Simeon Noul Teolog, Miezul înțelepciunii Părinților, Editura Egumenița, Galați, p. 73)