Palabras de espiritualidad

Nuestro verdadero escollo en el camino a la humildad

    • Foto: Stefan Cojocariu

      Foto: Stefan Cojocariu

Translation and adaptation:

A uno le estorban los cerdos, a otro las vacas y las gallinas, a otro el trabajo en el comedor del monasterio, otro hay que siente que su mayor obstáculo es el carácter de quienes le rodean, habrá alguno que se queje del egoísmo de los demás y de las ofensas que recibe... ¿Pero se trata de verdaderos obstáculos en el camino a la humildad?

Nuestro recordado Arzobispo Serafín Sobolev, nos contó una vez el caso de un monje a quien le fue encomendado el cuidado y alimentación de los cerdos del monasterio. A pesar de que había escuchado muchas cosas sobre la humildad, seguía ignorando cómo alcanzarla. Y, mientras trabajaba, suspiraba ininterrumpidamente, diciendo: “¡Si no fuera por estos cerdos, seguramente ya habría alcanzado la santidad...!”. ¿Te hace reír la actitud de este monje? ¿Acaso no sabes que casi todos actuamos de la misma manera? A uno le estorban los cerdos, a otro las vacas y las gallinas, a otro el trabajo en el comedor del monasterio, otro hay que siente que su mayor obstáculo es el carácter de quienes le rodean, habrá alguno que se queje del egoísmo de los demás y de las ofensas que recibe... ¿Pero se trata de verdaderos obstáculos en el camino a la humildad? ¡Desde luego que no! Esos obstáculos subyacen profundamente en nosotros, y no en las circunstancias que nos rodean. En otras palabras, nuestro impedimento real para alcanzar la humildad somos nosotros mismos, no nuestros semejantes.

(Traducido de: Arhimandritul Serafim Alexiev, Viața duhovnicească a creștinului ortodox, traducere din limba bulgară de Valentin – Petre Lică,  ediția a II a, Editura Predania, București, 2010, pp. 59-60)

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