Palabras de espiritualidad

¡Nunca robes algo del trabajo de tu semejante!

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

El Día del Juicio, aquel individuo intentará juntar cada pedazo roto, pero no lo conseguirá, mientras nuestro Señor Jesucristo, la Virgen María, los Santos Apóstoles y todos los santos y ángeles observarán con tristeza la desnudez de su alma.

Al que roba algo, vienen los demonios y le desgarran un trozo de la camisa del alma, a algunos completamente. El Día del Juicio, aquel individuo intentará juntar cada pedazo roto, pero no lo conseguirá, mientras nuestro Señor Jesucristo, la Virgen María, los Santos Apóstoles y todos los santos y ángeles observarán con tristeza la desnudez de su alma. En verdad, los demonios te quitan un pedazo de la camisa de tu alma, así como tú le quitaste algo al trabajo de tu semejante.

Pero, si has confesado tu pecado y devuelto lo robado —además de pedirle perdón a aquel a quien perjudicaste, cumplir con tu canon de penitencia y decidirte a no volver a cometer ese pecado—, entonces Dios te envía Sus ángeles para que te vistan con un ropaje nuevo.

(Traducido de: Arhimandrit Ilarion Argatu, 445 Răspunsuri duhovniceşti la întrebările credincioşilor, Editura Mila Creştină, Fălticeni, 2005, p. 129)