Palabras de espiritualidad

Pidiendo perdón con sencillez

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

¿Tan difícil es pedir perdón? No hagas de ello todo un ritual...

Muchas veces, después de discutir con papá o mamá, me lleno de remordimientos, pero no me siento capaz de pedirles perdón. ¿Qué me aconseja hacer?

—¿Tan difícil es pedir perdón? No hagas de ello todo un ritual, viniendo y diciéndole al otro: “Quiero hablar contigo... En el Evangelio dice que nosostros, los cristianos, debemos amarnos los unos a los otros, ¿sabes? Por consiguiente, quiero decirte que me equivoqué y pedirte que me perdones..."

Debes ir y decir, con toda sencillez: “Ayer, al discutir contigo, tú eras quien tenía la razón. Me he enfadado en vano... perdóname. Estando molesto con otros, injustamente me descargué contigo. ¡Perdóname!”.

Entonces el otro dirá: “No pasa nada. De hecho, yo también me enojé sin sentido.”

Si haces todo con simplicidad, el otro aceptará tus disculpas. Pero no intentes hacerte el moralista, ni tampoco hagas del acto de pedir perdón una demostración de piedad cristiana, porque el otro no lo aceptará. Acércate a él como si desde este momento ya te hubiera perdonado. Si piensas que no te perdonará, lo estarás menospreciando, considerándolo malo y rencoroso. Pero si piensas que ya te perdonó, te le acercarás más fácilmente, con naturalidad y espontaneidad. Intenta ser menos rígido, nada más...

Haz como si ya se te estuviera olvidando lo que pasó, como si no supieras nada, y busca la oportunidad de hacer las cosas de mejor manera. Debemos ser como los niños pequeños, quienes, después de que los reprendemos por algo, se enfadan, pero cuando viene la hora de comer, el enojo se les pasa.

Traducido de: Savatie Baștovoi, A iubi înseamnă a ierta, Editura Cathisma, 2006, p. 82