Palabras de espiritualidad

Poco nos esforzamos en tener una familia armoniosa y feliz

    • Foto: Andrei Agache

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Tristemente, las personas hacen muy pocos esfuerzos en construir una familia armoniosa y feliz. Si cada miembro de familia entendiera que ésta es, de acuerdo a la fe y a Dios, la cosa más importante en esta vida, empeñándose en alcanzar la unidad, la armonía y el amor, seguramente alcanzarían su objetivo, recibiendo como recompensa la felicidad familiar.

A la unidad familiar se llega por medio del amor, el servicio y la comunicación.

¿Cómo pueden los esposos llegar a ser un sólo cuerpo y una sola alma, como dice la Escritura? La tarea no es sencilla, pero es realizable, ya que a ella están llamadas todas las parejas de esposos. A lo largo de su vida, el hombre tiende a un propósito, se propone empresas. Para algunos, la tarea principal es su carrera, para otros, la creación artística, y para otros, engendrar hijos. Utilizan todo su tiempo y fuerzas “arreglándoles” la vida, frecuentan con ellos toda clase de círculos y actividades deportivas, los inscriben en escuelas especiales para superdotados... aunque usualmente todos esos esfuerzos son en vano, porque el niño se convierte en un hombre absolutamente mediocre.

Tristemente, las personas hacen muy pocos esfuerzos en construir una familia armoniosa y feliz. Si cada miembro de familia entendiera que ésta es, de acuerdo a la fe y a Dios, la cosa más importante en esta vida, empeñándose en alcanzar la unidad, la armonía y el amor, seguramente alcanzarían su objetivo, recibiendo como recompensa la felicidad familiar.

(Traducido de: Pr. Pavel Gumerov, Conflictele familiale: prevenire și rezolvare, traducere din limba rusă de Adrian Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, București, 2013, pp. 71-72)