Palabras de espiritualidad

Quien no puede controlar su ira, se halla en un serio peligro

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

¡Pero no te enaltezcas con tu pensamiento, que tu mente no sea ligera, sé perseverante! Te fue otorgado someter seres que vuelan, no intentar asemejárteles.

Mantén la dignidad que se te otorgó, porque fuiste creado como un soberano, como un señor sobre todas las pasiones. ¡Hazte señor sobre las fieras, tanto sobre esas que se arrastran como sobre las que vuelan! ¡Pero no te enaltezcas con tu pensamiento, que tu mente no sea ligera, sé perseverante! Te fue otorgado someter seres que vuelan, no intentar asemejárteles.

¡No te envanezcas, no te enaltezcas, no pienses más allá de los límites de tu ser humano y terrenal! ¡No te pavonees elogiándote a ti mismo, no te glorifiques y no engrandezcas tus acciones, para no ser contado entre esos seres voladores que mencionaba antes, elevándote junto a ellos, revoloteando de aquí para allá! Aprende a dominar tus propios pensamientos, para poder dominar todo lo que existe. De esta manera, el señorío que se nos dio sobre los animales es lo que nos lleva a controlarnos a nosotros mismos. Porque no es correcto que uno que es sumiso en su propia casa sea el que mande sobre muchos más, y que el que se halla sometido a otros sea el primero en una multitud. Porque, en primer lugar, debe ordenar todo lo que hay dentro suyo y en su propio hogar. Sólo después de esto podrá mandar sobre otros. Porque volverá la palabra dicha a los sometidos: “¡Médico, sánate a ti mismo!”  (Lucas 4, 23).

¡Por eso, procuremos sanarnos antes a nosotros mismos, a partir de hoy! Porque nadie fue nunca reprendido por no haber cazado ningún león, sino por no saber controlar su ira. Porque no es condenable quien no ha apresado ninguna fiera salvaje, pero el que se deja someter por la iniquidad, sin tan siquiera oponer resistencia, ése es verdaderamente execrable. Porque no es útil señalar al primero, mientras que es necesario y benéfico hacerlo con el segundo.

(Sfântul Vasile cel Mare, Omilii la facerea omului. Omilie despre Rai, traducere din limba greacă de Ieromonah Lavrentie Carp, Editura Doxologia, Iași, 2010, pp. 55-56)

Leer otros artículos sobre el tema: