Sabemos que es muy devoto de la Madre del Señor... ¿podría decirnos algo acerca de la Virgen Maria?

— ¡La Madre del Señor! ¡Sean hijos suyos y lo verán! ¿Se dan cuenta quién es la Madre del Señor? ¡La Soberana del cielo y la tierra! ¡Lo que Dios hace con Su poder, ella lo hace con su oración! Y está al alcance de todo cristiano. No hay ninguna oración, por pequeña que sea, que la Madre del Señor no atienda.

Déjenme recordarles una vez más que una chica le preguntó una vez a la Madre del Señor: “¡Demuéstrame que eres mi madre!” y la Virgen le respondió: “¡Demuéstrame que eres mi hija!”. Es decir, le pidió que actuara como hija suya, Soberana de los cielos, Madre de nuestro Señor, con poderes inmensos sobre querubines y serafines. Y, sin embargo, la Madre del Señor está siempre con nosotros, ayudándonos en nuestras aflicciones. Esta humildad te sobrecoge y te hace derramar infinitas lágrimas. Entonces, debes insistirle, debes pedirle. Y si no entiendes muchas cosas, pídele, que te ayudará a comprender. Lo importante es que siempre nos ayuda. Siempre nos libra del estado en que nos hallamos.

Una vez más, demuéstrale que eres su hija. Dios mora en la gloria celestial, pero gusta de descender al corazón de los cristianos. Pero, ¿y la Madre del Señor, que fue un ser creado como nosotros? ¡Confiemos siempre en ella!

(Traducido de: Ne vorbește Părintele Arsenie, ediția a II-a, vol. III, Editura Mănăstirea Sihăstria, 2010, pp. 134-135)