Palabras de espiritualidad

Ser pacientes en silencio

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Sin la humildad, nada le queda al hombre, sino solamente oscuridad.

Debemos soportar todo, llenos de agradecimiento hacia Dios. Nuestra vida es como un instante de eternidad. Por eso, como dice el Apóstol: "Los sufrimientos del tiempo presente no son comparables con la gloria que se ha de manifestar en nosotros" (Romanos 8, 18). Así, seamos pacientes cuando el enemigo nos entristezca, y sólo el Señor nos abrirá el corazón. Cuando alguien desprecie nuestro destino, esforcémonos en perdonarlo, de acuerdo a las palabras del Evangelio: "Al que tome lo tuyo, no se lo reclames" (Lucas 6, 30). Cuando el mundo nos difame, consideremos que no somos dignos de encomio, porque, si lo fuéramos, en verdad nos elogiarían. Así pues, siempre y ante todos debemos humillarnos, siguiendo la enseñanza de San Isaac el Sirio: "Difámate a ti mismo y verás la gloria de Dios en ti". Para esto debemos amar la humildad y armarnos de paciencia, para poder ver la gloria de Dios. Allí en donde no hay luz, todo es oscuro. Así, sin la humildad, nada le queda al hombre, sino solamente oscuridad.

(Traducido de: Sfântul Serafim de Sarov, Viața, nevoințele și învățăturile, Editura Mănăstirea Sihăstria, 2002, p. 175)