Palabras de espiritualidad

Seremos juzgados de acuerdo a nuestra capacidad de amar y perdonar

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Si ves a un hambriento, a un sediento, a un enfermo o a un recluso, al tenderle tu mano lo estás haciendo con el acuerdo y en honor a Cristo, y Él te honra también a ti.

El Evangelio nos presenta a un Señor que nos sorprende a cada instante, a un Señor que hace que dejemos de temer el juicio de Cristo. Toda esta ecografía apocalíptica, que actualmente ataca a nuestro sentido común y nuestra alma, se evidencia en el Evangelio de Cristo más fácilmente de superar.

Si ves a un hambriento, a un sediento, a un enfermo o a un recluso, al tenderle tu mano lo estás haciendo con el acuerdo y en honor a Cristo, y Él te honra también a ti.

Y esto es algo muy importante de entender: el fin del mundo, tal como lo conocemos en la actualidad, no depende de la medida de nuestro vientre, ni de nuestras casas, ni de lo que construyamos, sino de esa sensibilidad por el prójimo, de ese amor por quien te necesita como persona, como persona integrante de amor de Dios por él.

(Traducido de: Preot Constantin Necula, Alexandru Rusu, Farmacia de cuvinte, Editura Agnos, Sibiu, 2014, p. 41)

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