Palabras de espiritualidad

¡Si supiéramos de qué manera nos ama la Virgen!

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

¡Ay, si supiéramos de qué manera ama la Santísima Virgen a todos los que cumplen los mandamientos de Cristo y cuán piadosa es! ¡Si tan sólo supiéramos cómo se entristece por aquellos que no corrigen sus faltas!

¡Ay, si supiéramos de qué manera ama la Santísima Virgen a todos los que cumplen los mandamientos de Cristo y cuán piadosa es! ¡Si tan sólo supiéramos cómo se entristece por aquellos que no corrigen sus faltas! Yo mismo tuve tal sentimiento. No les miento, les digo la verdad frente al rostro de Dios, Quien mi alma conoce: conocí a la Purísima Virgen con mi alma. No la ví, pero el Espíritu Santo me permitió conocerla a Ella y a su amor por nosotros. Si no hubiera sido por su piedad, desde hace mucho tiempo me hubiera perdido, pero Ella quiso ayudarme e iluminarme para que no siguiera pecando. Ella me dijo: “¡No me gusta ver lo que haces!”. Sus palabras eran agradables, tranquilas y llenas de dulzura... por eso obraron en mi alma. Han pasado ya más de cuarenta años desde entonces, pero mi alma no ha logrado olvidar esas dulces palabras y no sé qué podría darle yo, pecador, por todo Su amor hacia mí, tan indigno de él, ni sé cómo podré alguna vez agradecerle a la Buena y Piadosa Madre del Señor.

Verdaderamente, Ella es nuestra Abogada frente a Dios y su sólo nombre nos alegra el alma. ¡Todo el cielo y toda la tierra se alegran con Su amor! ¡Qué cosa tan maravillosa e inexplicable! Ella vive en los cielos y allí puede ver incesantemente la gloria de Dios, sin olvidarnos a nosotros, tan desamparados, sino que nos cubre con Su piedad, así como a toda la tierra y a todos los pueblos. Y ésta es la Purísima Madre que el Señor nos otorgó. Ella es nuestra alegría y nuestra esperanza. Es nuestra Madre por el espíritu y, como humanos, está siempre cerca de nosotros, haciendo que toda alma cristiana se sienta atraída hacia ella por Su amor.

(Traducido de: Sfântul Siluan Athonitul, Între iadul deznădejdii și iadul smereniei, Editura Deisis, p. 173-174)

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