Palabras de espiritualidad

Un consejo necesario para librarnos de la indolencia

    • Foto: Oana Nechifor

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Translation and adaptation:

Después de orar, siéntate y concentra tus pensamientos, consolando tu alma como aquel que dijo: “¿Por qué estás triste, alma mía, y por qué te agitas? Pon tu esperanza en Dios” (Salmos 41, 6-7), y repítete: “¿Por qué eres tan indolente, alma mía?”.

San Efrén el Sirio, un gran médico espiritual, nos recomienda: «Si te perturba el espíritu de la desidia, amado hijo, no caigas en su trampa, sino que ora a Dios, y Él te dará la paciencia que necesitas. Y, después de orar, siéntate y concentra tus pensamientos, consolando tu alma como aquel que dijo: “¿Por qué estás triste, alma mía, y por qué te agitas? Pon tu esperanza en Dios” (Salmos 41, 6-7), y repítete: “¿Por qué eres tan indolente, alma mía? No viviremos por siempre en este mundo. Acuérdate de aquellos que vivieron antes que tú en ete mismo lugar, y entiende que tal como ellos partieron de esta vida, también nosotros tendremos que presentarnos ante Dios en algún momento...”».

(Traducido de: Rețetar duhovnicesc sau Doctorie duhovnicească adunată din lume, Ed. Sophia, București, 2013, p. 67)

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