Palabras de espiritualidad

Un consejo para guiar a nuestros hijos a la obediencia

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Si quieres guiar a alguien al camino correcto, debes conducirlo y aconsejarlo. Y si no quiere recibir tu consejo, tienes que hacerte humilde y, con un amor pleno hacia él, demostrarle cuál es tu forma de ver las cosas.

Si quieres enseñar a otro, primero tienes que hacerte humilde tú mismo. Muchos padres le dicen a su hijo: “Así es como tiene que ser. Tienes que quedarte aquí”, pero el niño no quiere y no puede quedarse quieto en un lugar determinado, porque está en el proceso de crecimiento y necesita moverse todo el tiempo. Y suele suceder que, cuando el niño se equivoca en algo, el padre y la madre lo reprenden y hasta lo castigan físicamente. Pero golpear a nuestros hijos no es una forma correcta de enseñarles a ser obedientes.

Si quieres guiar a alguien al camino correcto, debes conducirlo y aconsejarlo. Y si no quiere recibir tu consejo, tienes que hacerte humilde y, con un amor pleno hacia él, demostrarle cuál es tu forma de ver las cosas. Sólo entonces la otra persona aceptará lo que quieres aconsejarle, porque le estarás hablando de corazón a corazón. Cuando quieras que las cosas sean como dices tú —a toda costa—, difícilmente conseguirás algo. ¡Esa no es la manera de hacer las cosas!  Por eso es que la actitud de los padres suele generar oposición en el niño. Luego, ¡cuando tu hijo no quiera obedecerte, que no se te ocurra pegarle! Lo que tienes que hacer, simplemente, es ofrecerle un motivo para obedecerte.