Palabras de espiritualidad

¿Acaso conocemos todos los dones que nos ofrece la Eucaristía?

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

¿Quién podría entender todos los dones que el cristiano recibe con la Divina Eucaristía, cuando comulga?

¿Quién podría entender todos los dones que el cristiano recibe con la Divina Eucaristía, cuando comulga? ¿Cómo podría nuestra inútil lengua describirlos, uno a uno? Con la Eucaristía la mente se ilumina, al igual que el intelecto, todas las fuerzas del alma son purificadas, las pasiones carnales aplacadas... y el amor a Dios se enciende.

Luego de comulgar, pensando en los estremecedores Misterios celestiales que has recibido, permanece en vela para no manchar esa Gracia. El que comulga se mantiene atento, tiene cuidado, vigila sus pensamientos, empieza una vida más austera y más llena de virtudes y se cuida de cometer cualquier mala acción. Y cuando piensa que luego de algunos días comulgará de nuevo, redobla su atención, se prepara, se refrena, vela, se esfuerza y lucha con el pecado con la más alta tensión posible. Y lo que le exhorta a todo esto es, por una parte, el hecho de haber comulgado recientemente, y por otra el hecho de anticipar la Eucaristía que habrá de recibir en poco tiempo.

(Traducido de: Constantin Cavarnos, Sfântul Macarie al Corintului, Editura Doxologia, p. 50)