Fieles, sacerdotes, monjes y monjas, pero especialmente pacientes, médicos y personal sanitario de los distritos de Iași, Neamț y Botoșani, recibieron ayer una muestra de aliento en el contexto de la actual crisis provocada por el coronavirus. Las reliquias de Santa Parascheva, Protectora de Moldova, fueron llevadas por las calles de las ciudades de Iași, Roman, Piatra Neamț, Târgu Neamț, Pașcani, Botoșani y Hârlău. El desplazamiento se realizó sin la veneración de los fieles a las santas reliquias, sin participación colectiva, sin oficios litúrgicos, sino respetando las medidas dictadas por la autoridad para el combate de la epidemia.
Las festividades dedicadas a Santa Parascheva culminaron este día, 14 de octubre de 2018, con la celebración de la Divina Liturgia, en la cual participaron unos 20 000 fieles, en tanto que otros 11 000 peregrinos esperaban pacientemente su turno para venerar las reliquias de la santa y de la Santa y Gran Mártir Catalina (de Alejandría). La Liturgia fue oficiada por una congregación de 22 jerarcas, entre rumanos y extranjeros, empezando por Su Alta Eminencia Jorge, Metropolitano de Kitrous, Katerini y Platamonas (Grecia). Como algo inédito, al final de la ceremonia de este año, cinco ciudadanos nacidos cerca de 1918 —momento histórico en el cual las provincias habitadas por rumanos se unieron con Rumanía, materializando la Gran Unión—, fueron condecorados por Su Alta Eminencia Teófano, Metropolitano de Moldova y Bucovina, con la más alta distición de esta Metropolía, la “Cruz Moldova”.
Páginas