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La fiesta patronal de la Santa Protectora de Moldova, en el Año Centenario

    • Foto: Tudorel Rusu

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      Foto: Tudorel Rusu

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      Foto: Oana Nechifor

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      Foto: Oana Nechifor

Las festividades dedicadas a Santa Parascheva culminaron este día, 14 de octubre de 2018, con la celebración de la Divina Liturgia, en la cual participaron unos 20 000 fieles, en tanto que otros 11 000 peregrinos esperaban pacientemente su turno para venerar las reliquias de la santa y de la Santa y Gran Mártir Catalina (de Alejandría). La Liturgia fue oficiada por una congregación de 22 jerarcas, entre rumanos y extranjeros, empezando por Su Alta Eminencia Jorge, Metropolitano de Kitrous, Katerini y Platamonas (Grecia). Como algo inédito, al final de la ceremonia de este año, cinco ciudadanos nacidos cerca de 1918 —momento histórico en el cual las provincias habitadas por rumanos se unieron con Rumanía, materializando la Gran Unión—, fueron condecorados por Su Alta Eminencia Teófano, Metropolitano de Moldova y Bucovina, con la más alta distición de esta Metropolía, la “Cruz Moldova”.

La Catedral Metropolitana de Iaşi celebró este domingo su fiesta patronal, el día en que recordamos a la Santa y Piadosa Parascheva.

La Divina Liturgia en honor a la Protectora de Moldova fue oficiada desde un entarimado emplazado en el Bulevar de San Esteban el Grande, participando en ella Su Alta Eminencia Jorge, Metropolitano de Kitrous, Katerini y Platamonas (Grecia), junto a Su Alta Eminencia Teófano, Metropolitano de Moldova y Bucovina, además de otros veinte jerarcas provenientes de distintas partes de Rumanía y el extranjero.

Antes de empezar la Divina Liturgia, los jerarcas oficiantes se acercaron a venerar las reliquias de Santa Parascheva y de la Santa y Gran Mártir Catalina, que fueron traídas para esta importante ocasión desde Katerini, Grecia.

Después de la lectura del Evangelio, Su Eminencia Ignacio de Huși leyó un mensaje de bendición enviado por Su Beatitud Daniel, dirigido a los peregrinos presentes en las celebraciones de este año, titulado “Venerando las reliquias de los santos, participamos de su santidad y gracia”.

A continuación, Su Alta Eminencia Jorge, Metropolitano de Kitrous, Katerini y Platamonas pronunció la homilía, de la cual extraemos las siguientes líneas: “Con tal de que cada uno de los aquí presentes obtenga un beneficio espiritual, nos salen al encuentro, para fortalecernos y ayudarnos, tanto nuestra Piadosa Madre Parascheva, festejada hoy, protectora y defensora de la ciudad histórica de Iași y de toda Rumanía, como la Santa y Gran Mártir Catalina, sapientísima novia de Cristo, cuyas santas reliquias hemos traído desde Katerini para ser veneradas, aquí, a Iași. Así pues, festejamos y celebramos, nos alegramos en espíritu y recibimos un hálito de vida santa por parte de estas dos mujeres vencedoras en la fe, que nos demuestran que supieron ser esa tierra fértil de la que nos habla el Evangelio. Fueron mujeres fuertes que vivieron en épocas distintas de la historia. Santa Catalina, en el siglo IV, hija del gran gobernador de Alejandría de Egipto, ofrendando su vida con una muerte de mártir por su fe. La Piadosa Parascheva, por otra parte, vivió a comienzos del siglo XI, y desde muy joven se dedicó al servicio de Dios. Estas dos santas tienen algo en común, algo que les une: asumieron a Cristo como el único Novio de sus almas, en la misma medida en que en sus corazones germinaba Su palabra divina”.

La “Cruz Moldova”, para cinco personas nacidas alrededor de 1918

Como un hecho inédito, al terminar la Liturgia de la fiesta patronal de Santa Parascheva de este año, cinco ciudadanos nacidos cerca de 1918. provenientes de diferentes provincias históricas del país, fueron condecorados por Su Alta Eminencia Teófano con la más alta distinción de esta Metropolía, la “Cruz Moldova”. “Creímos que era bueno honrarles, junto con todos Ustedes, porque estas cinco personas vivieron la Primera Guerra Mundial —aunque aún eran infantes—, el Período de entreguerras y tres dictaduras. Y he aquí que Dios dispuso que vivieran también esta época posterior a los años noventa, para darnos un ejemplo de supervivencia en circunstancias adversas. De acuerdo al testimonio de cada uno de ellos, sólo la fe en Dios les ayudó a atravesar un siglo entero, con sus alegrías y, sobre todo, con sus pruebas”, subrayó nuestro Metropolitano Teófano.

Luego de la bendición final, Su Alta Eminencia Teófano agradeció a los jerarcas oficiantes, a quienes contribuyeron a la organización de la fiesta patronal de Santa Parascheva en este año, y a las decenas de miles de peregrinos que, con su presencia, vinieron a embellecer estas celebraciones.

Los cofres con las reliquias de la Santa Piadosa Parascheva y la Santa y Gran Mártir Catalina permanecerán en el atrio de la Catedral Metropolitana hasta mañana lunes por la mañana, para que los fieles sigan viniendo a venerarlas.