Sufrir con el otro es tener piedad de él
La misericordia no consiste solamente en dar, sino también en sufrir con el dolor del otro, ayudándole según nuestras posibilidades.
«Me cuentas que te esfuerzas en examinar tus debilidades morales: esto te ayudará a alcanzar la humildad y librarte de ellas en el futuro. Ser misericordioso significa tener un corazón que arde de amor por toda criatura y le desea el bien.
La misericordia no consiste solamente en dar, sino también en sufrir con el dolor del otro, ayudándole según nuestras posibilidades. Esta virtud está retratada en los seis mandamientos del Evangelio según San Mateo (capítulo 25). Dar es solamente una parte de la misericordia, y esta debe ser practicada según las posibilidades de cada quien, sin perturbarnos y sin deshebrar el hilo en cuatro. Demos lo que podamos, aunque sea poco, pero con amor y buena voluntad, como dice la palabra del Señor: ‟Os aseguro que cuando lo hicisteis con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis” (Mateo 25, 40)».
(Traducido de: Sfântul Macarie de la Optina, Sfaturi pentru mireni, Editura Sophia, București, 2006, p. 13)