El hombre que se considera autosuficiente está condenado a sufrir una penosa, única e irrepetible caída. San Hesiquio dice, al respecto, unas breves, pero profundas palabras. Es imposible no sentirse estremecido ante una idea tan clara. Lo que quiere decir es: no creas que lograrás algo en tu vida espiritual, siguiendo solamente tu propio método. No digas: “Yo tengo mi manera de hacer las cosas. Puedo perfectamente hacer esto y aquello. Ocuparme con tal y tal cosa, descansar cuanto quiera, comer lo que quiera, pero también vivir espiritualmente. ¿Acaso no tengo un corazón? ¿Es que no tengo raciocinio? ¡Así pues, yo mismo me puedo conducir a la salvación!”. No, dice San Hesiquio, no puedes hacer algo así, porque tú mismo te estarás induciendo al error. Tienes que percibirte a ti mismo como a alguien que está mucho más abajo que todos los santos. Allí debes mantener tu alma. Y es que esa es la única forma de alcanzr la salvación.

(Traducido de: Arhim. Emilianos Simonopetritul - Cuvânt despre trezvie. Tâlcuire la Sfântul Isihie)