Acercándote al Señor, te alejas de las aflicciones
¿Por qué los hombres ignoran que las penas y preocupaciones de esta vida nos son enviadas, precisamente para acercarnos al Señor?
“Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os haré descansar” (Mateo 11, 28). ¡Qué dulce y maravilloso es este llamado! ¿Lo has notado, querido lector? Jesús mismo te está llamando, nuestro Salvador te llama a ir junto a Él. ¡Cuánto sosiego, cuánto alivio, qué dulce y santa paz da el Señor a los que se le acercan y viven con Él! Acércatele y obtendrás lo que necesitas para tu vida espiritual y física.
¡Hermano mio! Sé que muchísimas penas te acongojan. Pero todo se facilita, todo se hace más sencillo si te acercas al Señor. ¿Por qué los hombres ignoran que las penas y preocupaciones de esta vida nos son enviadas, precisamente para acercarnos al Señor? Nos son enviadas para que gustemos de la dulzura y el descanso que sólo el Señor puede ofrecer en momentos de agobio.
(Traducido de: Preot Iosif Trifa, Mai lângă Domnul meu, Editura Oastea Domnului, Sibiu, 2003, p. 10)