Palabras de espiritualidad

Presentando nuestra ofrenda en la iglesia

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Él no se fija en el tamaño de nuestra ofrenda, sino en lo que hay en nuestro corazón al presentarla.

Si, debido a tu situación, no te es posible enviar muchos dones a la iglesia, manda al menos a uno de tus hijos, un pequeñito o una pequeñita, con dos o tres candelas, y que las encienda en uno de los candelabros. Si pueden llevar también un poquito de aceite o vino, está bien; si no, no pasa nada. Con esas tres candelas encendidas, Dios bendecirá todo lo que tienes. Porque esto fue lo que le dijo a Moisés: “Enséñale al pueblo a que traiga dones al templo, según el corazón de cada quien, y con ello bendeciré todo lo que tengan”. Quien tenga mucho, es bueno que ofrende mucho; quien tenga poco, que ofrende lo que pueda. Si traes un pedacito de pan, un poquito de aceite, un poquito de vino, un prosforon, una veladora, Dios lo acepta con agrado.

Él no se fija en el tamaño de nuestra ofrenda, sino en lo que hay en nuestro corazón al presentarla. Él tiene en Sus manos el universo entero, con millones y millones de estrellas y planetas, con todos los astros que son más grandes que la misma tierra.

(Traducido de: Ne vorbește Părintele Cleopa - 15, Ed. Mănăstirea Sihăstria, 2006, p. 21)