¡Acuérdate de todo esto!
Que tu cuerpo se postre de rodillas y tu alma se alce a lo alto. Y, estando allí, que ore sin cesar al Señor.
1) Acuérdate, hombre, que mañana verás los Cielos y los ángeles, y que te presentarás ante el Juicio de Cristo.
2) Dirígete siempre hacia lo alto, hacia las puertas de los Cielos, y mientras tengas vida pídele a Dios que te las abra cuando dejes este mundo, y que te reciba en la morada eterna.
3) Que tu cuerpo se postre de rodillas y tu alma se alce a lo alto. Y, estando allí, que ore sin cesar al Señor.
4) Acuérdate de tus pecados y del juicio futuro. Desprecia las cosas de esta vida pasajera y sin cesar preocupáte de la otra que vendrá.
5) Acuérdate de la lucha que libras contra el león y la bestia, y no dejes de oponerte a ellos.
6) Acuérdate de cuántas veces has entristecido a Dios con tus actos, tus palabras y tus pensamientos. Arrepiéntete de todo eso..
7) Acuérdate de que habrás de morir cuando menos lo esperes, y que después tendrás que rendir cuentas por cada uno de tus actos.
(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Patericul Lavrei Sfântului Sava, Editura Anestis, 2005)