Palabras de espiritualidad

¡Ahora sé que mi oración fue escuchada por el Señor!

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

El más grande don de Dios, en el cual ponemos nuestra esperanza en una medida absolutamente mayor que en cualquier otra cosa que recibamos de Dios, como fruto de nuestras plegarias, es la paz del alma.

¿Cómo reconocer si nuestra oración fue escuchada?

—La señal de la misericordia del Señor o de Su Santísima Madre para con nosotros, tanto al orar como al terminar de hacerlo, es la paz del corazón, especialmente después de haber caído en alguna pasión, cuya característica principal es justamente la ausencia de paz en el alma. Con la paz del alma y con un cierto gozo de la santidad en el corazón, podemos saber fácilmente si nuestra oración fue atendida y si se nos ha concedido el don pedido. El éxito de las oraciones se reconoce también por la fuerza espiritual que recibimos en nuestro interior para poder obrar todo eso a lo que hemos sido llamados, y también por la luz que visiblemente viene al alma.

El más grande don de Dios, en el cual ponemos nuestra esperanza en una medida absolutamente mayor que en cualquier otra cosa que recibamos de Dios, como fruto de nuestras plegarias, es la paz del alma, como dice el Señor: “Venid a Mí todos los que estéis cansados y agobiados, y Yo os haré descansar” (Mateo 11, 28).

(Traducido de: Sfântul Ioan de Kronstadt, Cum ne mântuiește Dumnezeu. Sfaturi de urmat pentru toată vremea, traducere din limba rusă de Corina-Alexandra Toader, Editura Sophia, București, 2012, pp. 196-197)