Palabras de espiritualidad

Al maligno le gusta sembrar discordia entre las personas

  • Foto: Stefan Cojocariu

    Foto: Stefan Cojocariu

Examínense interiormente, invocando el todopoderoso auxilio de Dios. Rechacen esas artimañas del demonio, que lo único que quiere es perjudicar sus almas. Y aparten toda inclinación al enfado

«Me cuentas que entre tú y N. ha surgido un conflicto. A ti te parece que ella ha cambiado mucho y que no es la misma de antes, y a ella le parece que la que ha cambiado eres tú. También me escribes que, aunque no siempre, a veces sientes que te llenas de indignación y enojo. Esta es una tentación que el demonio ha sembrado entre las dos, porque a él le disgusta cuando lo que hay entre ustedes es paz y amor mutuo, además del trabajo espiritual de la oración. Ciertamente, el demonio se esfuerza en sembrar enojo entre ustedes, para que ya no sean capaces de orar correctamente y cumplir con sus trabajos de obediencia monástica.

Así pues, examínense interiormente, invocando el todopoderoso auxilio de Dios. Rechacen esas artimañas del demonio, que lo único que quiere es perjudicar sus almas. Y aparten toda inclinación al enfado, recordando las palabras del Apóstol: “Procurad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Hebreos 12, 14)».

(Traducido de: Filocalia de la Optina, traducere de Cristea Florentina, Editura Egumenița, Galați, 2009, pp. 121-122)