Algunas normas de conducta para el cristiano
No condenes a tu prójimo por algo sin importancia, como si tú mismo fueras una persona justa. En la misma medida en que los otros se esmeren en ser elogiados, también tú esfuérzate en que nadie te elogie.
¿Cómo debo comportarme con mis semejantes?
—Saluda con agrado, responde con serenidad, sé siempre amable con todos, actúa con diligencia, no te envanezcas ante los demás ni obligues a nadie a que hable de ti; no aceptes ninguna palabra vulgar y por ningún motivo te muestres superior ante los otros. Y, en lo que respecta a tus pecados, acúsate solamente a ti mismo y no esperes a que los demás los descubran. No seas grosero al reprender ni reprendas apresuradamente y con maldad. No condenes a tu prójimo por algo sin importancia, como si tú mismo fueras una persona justa. En la misma medida en que los otros se esmeren en ser elogiados, también tú esfuérzate en que nadie te elogie.
(Traducido de: 1000 de întrebări şi răspunsuri despre viaţa duhovnicească – Alcătuite pe baza operelor Sfinţilor Părinţi şi ale nevoitorilor bunei credinţe, Editura Cartea Ortodoxă, p. 28)