Palabras de espiritualidad

Algunos consejos para vencer los vicios

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

No basta con ser conscientes de nuestro pecado. Sí, es algo importante, pero lo que se necesita es dejar de cometerlo.

Consejos prácticos ofrecidos (en pleno conocimiento de causa), después de una charla con el padre Trajano Pop, para aquellos que enfrentan algún vicio capital, algún pecado grave y crónico.

En primer lugar, no cometas más ese pecado. (No es difícil sentirnos tentados a saltarnos este consejo, para perdernos en lamentaciones y análisis. Y, sin embargo, es algo tan sencillo como esencial. No basta con ser conscientes de nuestro pecado. Sí, es algo importante, pero lo que se necesita es dejar de cometerlo).

Después, no te dejes atraer por la tentación del exhibicionismo, del placer —mórbido e indiscreto— de querer deleitar a los demás con detalles técnicos y confidencias intempestivas. Los pecadores que proceden de esta manera se asemejan a los enfermos que creen necesario dar toda clase de informaciones, incluso las más desagradables y carentes de interés para los demás.

Otro peligro es la tendencia a hacer de todo una tragedia. No todo hombre afectado por un vicio grave es, necesariamente, un héroe trágico. Puede tratarse de un individuo muy banal con un espíritu mediocre. La gravedad del vicio no implica grandeza de carácter, mucho menos agilidad mental o tener una personalidad fuerte.

El cuarto consejo: no está demás un poco de indulgencia contigo mismo, alguna sonrisa y un poco de modestia. No te tomes tan en serio a ti mismo, No te apresures en admitir que eres una criatura excepcional, del infierno y del Paraíso. Es un problema, sí, y uno grande, pero no lo conviertas en una maldición. Mejor asúmelo como un reto, un challenge.

Finalmente: el carácter dramático del vicio, y también de la enfermedad, no te autoriza a rechazar los medicamentos de la prudencia.

El Señor lo dijo con claridad: “No echaré afuera a quien venga a Mí”. Ni una restricción.

(Traducido de: Nicolae SteinhardtJurnalul fericirii, Editura Mănăstirii Rohia, Rohia, 2005, p. 281)

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