Palabras de espiritualidad

¡Amemos a nuestros semejantes!

    • Foto: Benedict Both

      Foto: Benedict Both

Translation and adaptation:

Dios no nos pidió que esperáramos de los demás amor y justicia; al contrario, Él nos ordenó amar a todos y ser justo con ellos.

“En relación a tus desazones y caídas, te diré lo siguiente: mientras la barca de nuestra alma navegue por las aguas de la vida terrenal, se verá sometida constantemente a los cambios de tiempo. Algunas veces lloverá, otras el cielo se verá despejado, otras veces tendremos que atravesar la violencia de la tormenta, so riesgo de naufragar al golpear con alguna roca. En este valle de lágrimas las cosas no podrían ser diferentes. Solamente en la vida eterna todo es igual, inmutable. Hallándonos bajo la tiranía de las pasiones —como el juzgar a los demás, la vanidad, la ira, la mentira y el diabólico orgullo—, nos parece que todos son culpables y malos. Pero es que Dios no nos pidió que esperáramos de los demás amor y justicia; al contrario, Él nos ordenó amar a todos y ser justo con ellos. ¡Pero no caigas en la desesperanza! Y cuando las aflicciones te opriman, refúgiate en la Santa Escritura, en los textos de los Santos Padres y en la oración. Así tu alma se llenará de paz y serenidad. Piensa que eres capaz de mucho bien. Pero sin la ayuda de Dios, jamás podrías estar en paz contigo mismo y con los demás.

Entonces, ¡que Dios esté contigo!”.

(Traducido de: Cuviosul Ioan de la Valaam, Fericirile, Editura Anastasia, pg. 73-74