¡Aprendamos a ser humildes y cultivar la modestia!
Para el alma común, los demás son inferiores, unos simples ciegos que no son capaces de reconocer sus extraordinarias capacidades y apreciarla como es debido.
El egocentrismo y la idolatría al “yo” son las exigencias y también los deseos del alma humana ordinaria, muy lejos del sometimiento de la propia voluntad y el reconocimiento de la superioridad del otro. Para el alma común, los demás son inferiores, unos simples ciegos que no son capaces de reconocer sus extraordinarias capacidades y apreciarla como es debido. Y, con todo, esto es justamente lo que hace San Juan el Bautista, esto que es inverosímil, contrario a la naturaleza y escandaloso para cualquier mente “normal”: ¡hacerse menos para que crezca el otro, afirmándose, realizándose!
(Traducido de: Părintele Nicolae Steinhardt, Dăruind vei dobândi, Editura Episcopiei Ortodoxe a Maramureșului și Sătmarului, Baia Mare, 1992)