Palabras de espiritualidad

¡Aprende a seguir un canon de oraciones!

  • Foto: Stefan Cojocariu

    Foto: Stefan Cojocariu

A nosotros, los que somos débiles, nos queda la oración con la boca. Por ahora, dedícate a orar así, hijito.

Toda oración es un don de Dios.  A nosotros, los que somos débiles, nos queda la oración con la boca. Por ahora, dedícate a orar así, hijito. El pozo es profundo, pero la cuerda es corta y el cubo, pequeño. Cada uno abarca lo que puede: ni siquiera la abeja es capaz de tomar todo el néctar de la flor. Pero es bueno que sigas un determinado orden en tu oración. En mi caso, si me levanto desde temprano para hacer, al menos, un poco de mi canon de oraciones, me siento una persona totalmente distinta durante todo el día.

Pero si te levantas temprano y empiezas a deambular por toda la casa —“tengo que hacer esto”, “tengo que hacer aquello”— ,  tu día entero empieza torcido. Así pues, hijo, intenta seguir un canon diario de oraciones, como el justo Job, quien cada día presentaba una ofrenda por sus hijos.

(Traducido de: Părintele Paisie Olaru, Părintele Paisie de la Sihla, Editura Bizantină, București, 1999, pp. 69-70)