Aprendiendo la forma más provechosa de orar
Translation and adaptation:
Pronunciemos cada palabra de nuestra oración, convencidos de que Dios nos mira y nos escucha.
Tenemos que aprender a orar como San Juan de Kronstadt. Él leía las oraciones con atención, y con algunas palabras sentía cómo su corazón se encendía, mientras sobre su alma brotaban paz y alegría. Luego, así es como tenemos que orar nosotros también: sintiendo lo que decimos.
Pronunciemos cada palabra de nuestra oración, convencidos de que Dios nos mira y nos escucha. Y si al orar algo se eleva en nuestro corazón, aferrémonos a ello y sigamos orando, perseverando en nuestras plegarias.
(Traducido de: Starețul Tadei de la Mănăstirea Vitovnița, Pace și bucurie în Duhul Sfânt, Editura Predania, București, 2010, p. 14)
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