Palabras de espiritualidad

Así es como debemos imponernos a los malos pensamientos

  • Foto: Silviu Cluci

    Foto: Silviu Cluci

Cuando vengan esos pensamientos a ti, lo que tienes que hacer es llamar a Cristo, una y otra vez, insistentemente, y verás cómo se disipan.

Ningún principiante podría apartar los pensamientos negativos, si no lo hace Dios por él. Porque solamente los fuertes pueden luchar y apartar los malos pensamientos. Pero es que, en este caso, tampoco son ellos quienes apartan solos los malos pensamientos, sino que necesitan el concurso de Dios, porque solo con Él pueden luchar mejor, habiéndose revestido con todas Sus armas.

Entonces, cuando vengan esos pensamientos a ti, lo que tienes que hacer es llamar a Cristo, una y otra vez, insistentemente, y verás cómo se disipan. Porque, incapaces de soportar el calor del corazón que proviene de la oración, los pensamientos huyen como de un fuego calcinante. Como dice San Juan Climaco, “Tienes que golpear a quienes te atacan, con el Nombre de Jesús”, porque nuestro Dios es como un fuego que calcina toda maldad (Deuteronomio 4, 24). Así, el Señor, Quien es pronto para ayudarnos, “acudirá raudo al auxilio de quienes claman con toda su alma a Él, día y noche” (Lucas 8, 7).

(Traducido de: Sfântul Grigorie Sinaitul, Despre liniştire şi despre cele două feluri ale rugăciuni, în Filocalia VII, Bucureşti, 1977)